La situación económica y sanitaria vivida por la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) obligó a muchas empresas a cerrar sus puertas temporalmente y a los españoles a un confinamiento que evitase el colapso sanitario. Ahora, varios meses después, con mucho esfuerzo por parte de todos, volvemos poco a poco a recuperar la normalidad anterior.
– ¿NORMALIDAD?
Si, aunque por ahora no será la misma «normalidad» que existía antes de la enfermedad. En la anterior entrada comentamos los retos que deben afrontar los negocios para garantizar la seguridad de sus clientes. Ahora es el turno de la parte más privada de cada uno, nuestra propia vivienda.
Durante el periodo de confinamiento extremo, una gran parte de la población se ha visto obligada a pasar todo su tiempo en casa, por lo que la posible entrada del virus era mínima, tal y como ha demostrado la paulatina reducción del número de casos registrados.
De igual forma, cuando era inevitable salir a realizar cualquier gestión, ya fuera hacer la compra, ir a la farmacia, etc., se han seguido las recomendaciones ofrecidas por las Autoridades.
Ahora, conforme hemos ido avanzando en la desescalada y, todos juntos, hemos facilitado los avances en las diferentes fases de la misma, aparecen las dudas respecto a la seguridad y la cautela que debemos seguir (ya que, aunque no lo parezca, el coronavirus sigue presente como demuestran los casos diarios notificados).
– ¿QUÉ HACER ENTONCES?
A pesar de la abundante cantidad de información que desde las Autoridades y medios de comunicación, muchos clientes nos preguntan sobre qué deben hacer una vez se han rebajado las condiciones del Estado de Alarma en referencia a la correcta desinfección de sus hogares. Por nuestra parte, nunca está de más contar con una serie de productos que, correctamente combinados, asegurarán la total limpieza y desinfección de sus hogares:
- La limpieza: No es lo mismo limpiar que desinfectar. Si no realizamos una limpieza previa de los objetos, la suciedad existente puede afectar a la correcta acción de cualquier desinfectante. Por este motivo, es imprescindible en primer lugar una limpieza con agua y jabón o, en caso de querer algo más específico, utilizar gel de manos.
- La desinfección: Este es un punto clave, en el que debemos tener en cuenta varios factores. En primer lugar, ante la lógica preocupación de la sociedad, han surgido no pocos productos milagrosos para desinfectar frente al coronavirus (a saber, máquinas de ozono, sprays desinfectantes, tarjetas anticoronavirus, etc.). Cada uno de estos productos pretende aprovechar el miedo con tal de generar beneficios, ya que
- Las máquinas de ozono que se ofertan para los hogares son efectivos para mejorar las características organolépticas (quitar olores fuertes o desagradables), pero no desinfectan porque producen unas concentraciones inferiores a las necesarias para desinfectar. Por otro lado, cuando se trata de equipos más potentes, se requiere que su uso se realice por personas cualificadas y formadas, siguiendo unos protocolos de tiempo de aplicación y plazo de seguridad para evitar efectos adversos a la salud de las personas.
- La OMS desaconseja el uso de sprays para desinfectar por el motivos efectivos (se pueden quedar zonas sin cubrir de producto y, de cubrir todas las superficies de manera concienzuda se malgasta mucha cantidad y aumenta el gasto) y de salud (porque puede afectar a las mucosas -ojos, boca, vías respiratorias- con el consiguiente riesgo para personas asmáticas o con enfermedades crónicas).
- Tarjetas Virus Shut Out, aceites esenciales anti-COVID19, velas aromáticas, etc. son rechazados por todas las Autoridades y la Comunidad científica por su inefectividad (en este apartado no hay enlaces a los productos de forma deliberada, para evitar la propagación de dichos productos).
- Cada una de las anteriores soluciones desinfectantes crea en las personas una falsa sensación de seguridad, lo que provoca que las personas poco a poco descuidemos los buenos hábitos adquiridos con la situación de emergencia (lavar las manos, usar gel, etc.).
- La recomendación que podemos dar, desde Limpiezas Almería, no difiere de la facilitada por las Autoridades. Esto es:
- Diluciones 1:40 de hipoclorito sódico: un par de cucharadas soperas de lejía doméstica por litro de agua.
- Diluciones al 70% de alcohol: ya disponibles en grandes superficies.
- Hacer especial hincapié en desinfectar puntos críticos (tiradores de puertas, llaves de luz, superficies de mesas, encimeras, grifos, etc.).
- En caso de necesitar tratamientos más específicos, como disolventes a base de peróxidos, o tratamientos con ozono, consultar a especialistas y siempre dejar dichos tratamientos en manos de profesionales.
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